Vaticano, 21 de abril 2025 (Infórmate y +).- Luego de que un Papa fallece, termina su pontificado, por lo que el Vaticano tiene que hacer una serie de pasos para elegir al nuevo Papa que lidere la iglesia católica.
Esta elección de lleva a cabo a través del Cónclave, un evento en el que los cardenales de la iglesia se reúnen en un ambiente cerrado y sin contacto al exterior par elegir al próximo líder de la Santa Sede.
El termino Cónclave proviene del latín “cum claves” y significa “bajo llave” haciendo referencia a la antigua práctica de encerrar a los cardenales hasta que tomaran una decisión sobre el nuevo Papa.
Esta reunión se lleva a cabo en la Capilla Sixtina, donde los cardenales votan de manera secreta.
El primer día se realiza una única votación, mientras que en los días siguientes se efectúan al menos dos en la mañana y dos en la tarde hasta lograr un consenso.
Para garantizar transparencia en la elección, se eligen al azar nueve cardenales con roles específicos:
- Tres cuentan los votos
- Tres recogen las papeletas de los cardenales enfermos
- Tres supervisan el proceso de escrutinio
El cardenal tiene que escribir en una papeleta en latín “Eligo in Summum Pontificem” es decir “elijo como sumo pontífice”, y el nombre del candidato.
Cabe mencionar que al depositar su voto en el cáliz, deben aclarar: “Pongo por testigo a Cristo Señor, el cual me juzgará, de que doy mi voto a quien, en presencia de Dios, creo que debe ser elegido”.
Cuando la votación acaba, las papeletas son contadas y revisadas, si no hay ganador, se queman con productos químicos para producir humo negro, lo que significa que aún no hay papa.
Sin embargo, si en 13 días no se ha tomado una decisión, se concede un día de reflexión antes de continuar con el proceso. En cambio, si hay un empate, se realiza una votación entre los dos candidatos con más votos de la jornada anterior, sin que ellos puedan participar.
Cuando finalmente se elige a un nuevo Papa, las papeletas se queman con paja húmeda, generando humo blanco, señal de que la iglesia católica ya tiene un nuevo líder.
El cardenal le pregunta al elegido si acepta el cargo, en caso afirmativo, debe decir el nombre por el cual será reconocido durante su pontificado.
Una vez que es nombrado el nuevo papa, los cardenales le juran fidelidad y realizan una oración. Posteriormente, el cardenal protodiácono se asoma al balcón del Vaticano y pronuncia la tradicional frase “Habemus Papam” frente a todos los fieles.
Acto seguido, el nuevo papa realiza su primera bendición Urbi et Orbi, dirigida a Roma y al mundo entero.