La regidora del ayuntamiento de Cuernavaca, Patricia Torres Rosales, acusó al regidor Fernando Carrillo Alvarado, por violencia política de género.
La funcionaria mencionó que el accidente en el paseo Ribereño le marcó la vida para siempre y no recibió apoyo del cabildo, toda vez que el regidor Fernando Carrillo ejerció violencia política al gestionar que no se le permitiera la licencia con goce de sueldo.
“Me tachó de aprovechada, a pesar de de la gravedad de mi salud en la que me encontraba”.
Aclaró que no atendió su salud en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) porque ya le habían dado de baja sin su conocimiento.
Y se atendió en un hospital privado por la gravedad de su salud que ponía en riesgo su vida.
Aseguró en los próximos días se incorpora a sus funciones para desempeñar el cargo.
Por su parte, el alcalde de Cuernavaca José Luis Urióstegui Salgado, informó que once funcionarios del ayuntamiento enfrentan una demanda por la regidora Patricia Torres Rosales, esto, luego de la caída del puente colgante.
Urióstegui Salgado mencionó que de los 11 trabajadores que enfrentan acciones legales solo el regidor Fernando Carrillo enfrenta imputaciones personales por violencia política de género.
Urióstegui Salgado explicó que Torres Rosales, podría integrarse a sus funciones en cuanto ella lo requiera ya que su solicitud de licencia sigue vigente.
También expresó que lo funcionarios públicos no cuentan con el ISSSTE porque no empleados del ayuntamiento no son susceptibles a la prestación.
