Son varios los dichos populares o frases que se ocupan en México para comunicarse, pero ¿sabes de donde surgieron?, alguna vez escuchaste a tu abuelita o mamá decir un ojo al gato y otro al garabato, aquí te explicamos el surgimiento de esta frase.
Un ojo al gato y otro al garabato surgió como una expresión popular en las cocinas mexicanas tradicionales, cuando aún no había electricidad o en lugares donde no se contaba con un refrigerador para conservar los alimentos en buen estado.
Algunas mujeres de la época, ocupaban la sal para conservar por más tiempo las carnes frías como el pescado, pollo, res o marrano, era muy común que salaran la carne y la pusieran a secar ya sea en tendederos o en un lugar conocido como garabato que se encontraba dentro de la cocina.
El garabato era una pieza de madera colgante donde se resguardaban los alimentos y se dejaban fuera del alcance de los gatos, así es como era muy común escuchar entre las amas de casa, “Un ojo al gato y otro al garabato”.
En la actualidad es común decir está expresión cundo es necesario poner atención a dos cosas al mismo tiempo.
