Un juez concedió la petición de la socialité de terminar su matrimonio con Kanye West, dejara de usar el apellido de su esposo.
Todo esto después de una audiencia judicial de manera virtual, mientras que su ex esposo fue representado por su abogado, quien no se opuso a las peticiones de Kim, pero puso un par de condiciones.
La primera es preservar el derecho a obtener el reembolso del dinero que dividirá en caso de que alguno de ellos muera, misma que el juez concedió. Pero hubo otras dos que el magistrado rechazo: Kim no transferiría ningún activo que tuviera en fideicomiso, y si Kim se vuelve a casar, renunciaría al “privilegio marital”, es decir, que el nuevo cónyuge no tendría que testificar sobre las conversaciones que sostuvo con ella.
Fue en diciembre cuando la también influencer ,externó su gran deseo por divorciarse, donde le pidió a Kanye mantener el proceso en privado, cosa que no hizo y cada vez que podía exponía todo en redes sociales, dejándole una “angustia emocional” según palabras de Kim.