En una publicación de Twitter, Carlos Rivera mostró cómo la publicidad de su próxima obra “José el soñador” fue ultrajada y, con un sentido humorístico, emprendió una “búsqueda” del ladrón.
El “nuevo Chayanne de Latinoamérica” se ha robado el corazón de miles de mujeres por su talento musical y, admitámoslo, por su físico. Incluso cientos de sus fans buscan fervientemente merchandising del artista, pero por el poco contenido diverso que existe en el mercado, han tenido que recurrir al robo de publicidad.
Así lo demostró el mismo Carlos Rivera en una simpática imagen, donde se muestra el cartel de la obra cercenado únicamente en el lugar donde debería estar el rostro del oriundo de Tlaxcala.
Buscamos a quién se anda robando la publicidad de José el Soñador como póster. 🤣🤣🤣🤣 pic.twitter.com/fRJc41zSj1
— Carlos Rivera (@_CarlosRivera) January 22, 2022
Con casi 3 mil likes, la publicación alborotó a las seguidoras del cantante, quienes llenaron el tuit de comentarios y confesiones divertidas sobre sus posters particulares.
“@_CarlosRivera Seamos honestas, se robaron parte del espectacular porque querían tenerte y ojalá pudiéramos robarnos al Carlos Rivera de carne y hueso, pero si @Mattel quisiera sacar un muñeco Rivera y dado que estamos locas tus Riveristas….. créeme, si lo compraríamos”, comentó una joven, quien además incluyó una imagen alterada, tipo Barbie, en la que le piden a la marca de juguetes crear una figura del artista.
A la joven se le sumaron otras mujeres que declararon haber robado todo tipo de carteles publicitarios de las tiendas, las calles e, incluso, de las mismas alturas para poder decorar sus habitaciones con un Carlos Rivera a escala.
“Quien lo haya hecho nos representa a tus #Riveristas así que también quiero saber ¿Quién fue? Me intriga lo que harás @_CarlosRivera cuando aparezca la robadora de publicidad.” Expresaron.
La publicidad de la que fue arrancado Carlos Rivera es parte del nuevo musical que llegará pronto al Centro Cultural bajo la producción de Alejandro Gou y Guillermo Wiechers.
