En Estonia, una ciudad de España, un grupo de obreros de un represa creyó haber rescatado a un perro que estaba atapado en medio de un lago congelado, al ser rescatado de dieron cuenta de que se trataba de un lobo macho.
Los obreros lograron romper el hielo para llegar hasta donde estaba el “perrito”, lo envolvieron en una manta para calentarlo lo llevaron hasta el centro veterinario más cercano.
Al llegar a la clínica, el veterinario Tarvi Markson, alertó a los obreros y les aclaró que se trataba de un lobo euroasiático, por lo que llamaron a la patrulla de rescate de animales, quienes confirmaron que se trataba de un lobo.
De acuerdo con el veterinario, el lobo tenia alrededor de un año y su presión arterial había bajado hasta los límites mínimos, lo que explicaría porque el lobo no intentó atacar a los obreros luego de ser rescatado.
Luego de un tratamiento, el lobo fue puesto en una jaula, le colocaron un chip rastreador y fue devuelto a su hábitat.
