A días de la elección presidencial se realizó el segundo y último intenso debate cara a cara entre el magnate Donald Trump y su opositor Joe Biden, en esta esta vez respetando todas las formalidades.
El encuentro tuvo lugar en Nashville, Tennessee, y estuvo marcado por las duras acusaciones de corrupción entre uno y otro candidato.
Sin embargo, el cambio de juego fue significativo. Donde hace tres semanas hubo caos, este jueves hubo debate.
Durante el debate Donald Trump intentó dibujar a Biden como el “típico político”, con constantes referencias a su larga carrera y, en especial, a sus dos periodos como vicepresidente de Barack Obama.
En su defensa Biden dijo que Trump ha llevado al Estados Unidos a una profunda crisis, pero que no asume sus responsabilidades, que divide a los estadounidenses y que está desconectado de la vida de los ciudadanos comunes.
Haciendo referencia a al racismo, Donald Trump se dijo ser la persona menos racista.
“Soy la persona menos racista en esta habitación. Hablé de reformas a prisiones a penales, de dar grandes oportunidades a universidades negras. Me entristece porque soy la persona menos racista… Nadie ha hecho más por la comunidad negra que Trump, posiblemente con excepción de Lincoln”.
En el tema de la inmigración Biden cuestionó la política aplicada por Trump, haciendo énfasis en la política de separación de familias en la frontera con México.
“Más de 500 niños vinieron con sus padres. Ellos los separaron en la frontera para desincentivarlos a venir”.
Durante el debate Donald Trump aseguró que habrá una vacuna contra el coronavirus en pocas semanas.
Muchos ciudadanos declararon como la “clara ganadora” del debate a la moderadora, Kristen Welker.
