En California, Estados Unidos; se registró la primera muerte relacionada directamente con el COVID-19, la víctima fue una mujer de 57 años de nombre Patricia Dowd, quien sufrió una ruptura cardiaca derivada del coronavirus.
De acuerdo con el informe de la autopsia, Patricia era una mujer sana, cuidaba su alimentación y era deportista.
“Hacía ejercicio de forma rutinaria, observaba su dieta y no tomaba medicamentos” aseguró Los Ángeles Times.
La mujer falleció el pasado 6 de febrero y no contaba con ningún antecedente de viaje a algún lugar con alta tasa de transmisión del virus.
Asimismo, Rick Cabello, hermano de Patricia, dijo que ella no fumaba y mantenía una vida saludable.
Sin embargo, su muerte fue repentina y dejó en shock a todos los integrantes de su familia.
