Priístas del estado de Morelos recolectan firmas para solicitarle a su dirigente nacional Enrique Ochoa Reza, la expulsión del PRI del diputado local, Francisco Moreno Merino.
Cuernavaca, Mor., a 25 de Mayo de 2017.
C. ENRIQUE OCHOA REZA
PRESIDENTE DEL COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL
DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL
P R E S E N T E.
Señor Presidente:
Ante la bochornoza actuación del Diputado Local FRANCISCO ALEJANDRO MORENO MERINO, quién ha pisoteado nuestro Código de Ética, nuestros principios y valores partidistas, los suscritos Cuadros y Dirigentes del Partido Revolucionario Institucional en el Estado de Morelos,
venimos a pedir comedida pero firmemente, se inicie su proceso de expulsión de nuestro Instituto Político y de inmediato se le suspenda de sus derechos partidistas por deshonrar al priismo morelense.
Desde su desempeño como Legislador Federal, Francisco Moreno Merino dio muestras de su actuar poco ético y contrario a los principios que sostiene nuestro Partido; en su momento, los medios de comunicación dieron cuenta de su intervención en Tribuna, donde pronunció aquella frase misógina “…no hay mujer bonita que no llegue a ser meretriz…”, lo que le valió no solo el merecido repudio de todas las mujeres de nuestro país, sino el retiro de su candidatura al Senado de la República por parte de nuestro Instituto Político.
Como Diputado Local en la presente Legislatura, ha sido público y notorio su apoyo a la actuación del Gobernador GRACO LUIS RAMIREZ GARRIDO ABREU, emanado de las filas del PRD.
Como Presidente del Congreso, y ante las manifestaciones ciudadanas por la inseguridad que priva en el Estado, Francisco Moreno no sólo descalificó la postura que al respecto asumió nuestra compañera Senadora Lizbeth Hernández Lecona, así como la de miles de morelenses que participaron en las manifestaciones por la falta de seguridad, sino que asumió la defensa de las acciones tomadas por el Gobernador Graco Ramírez, “…me consta que se está trabajando y que lo que muchos tildan de un error, llamado mando único, está dando resultados…” le diría al reportero ALEJANDRO CACHO, de NOTICIAS MVS. La realidad de Morelos lo contradice.
La actitud servil de Francisco Moreno para con el Gobernador perredista se hizo aún más evidente cuando a nombre de “casi” todos los Diputados del Congreso local, obsequió un Cuadro de Benito Juárez “…para que con él gobierne el Estado o la República…” actitud que trasciende a una sana relación entre el Gobernador y quién representaba al Poder Legislativo y que, para desprestigio del PRI, era un Diputado salido de las filas de nuestro Partido.
En el afán de congraciarse con el Gobernador Graco Ramírez, el entonces Presidente de la Mesa Directiva, Francisco Moreno, llevó al Congreso de Morelos a una seria confrontación con la Universidad del Estado, con los Sindicatos de Burócratas de Morelos, con la Iglesia Católica y con los transportistas de la Entidad, lo que puso en riesgo, inclusive, la gobernabilidad de nuestro Estado. Lamentable actuación que sin duda abonó al desprestigio del PRI morelense.
Ante los señalamientos de un grave desfalco en los recursos públicos del Congreso de Morelos, Francisco Moreno fue prácticamente obligado a renunciar a la Presidencia de la Mesa Directiva; los Diputados del PRI, PAN y PES han solicitado se practique una auditoria especial a su gestión como Presidente; sería lamentable para nuestro Partido que un Diputado priísta fuera encontrado responsable de un desvío millonario de recursos, en perjuicio del Congreso local.
El día de ayer por la noche y a espaldas de la ciudadanía, se discutieron y aprobaron las reformas al Código Electoral de Instituciones y Procedimientos Electorales para el Estado de Morelos, reforma que fue anunciada, inclusive antes de ser presentada como iniciativa al Congreso del Estado, por el Presidente del PRD en Morelos Rodrigo Gayoso, hijastro del Gobernador.
Como acertadamente lo ha señalado el Presidente del Comité Directivo Estatal de nuestro Partido, Doctor Rodolfo Becerril Straffon, “La reforma al Código Electoral carece de espíritu democrático; es alevosa al plantear que legisladores podrán reelegirse hasta en cuatro ocasiones; que los candidatos a presidentes municipales y síndicos puedan ser registrados en la planilla de regidores en las posiciones 1 y 2 respectivamente y que los diputados que busquen la reelección puedan permanecer en el cargo a diferencia de los alcaldes quienes sí deberán separarse de su encomienda.”, con lo que coincidimos plenamente.
El Dictamen legislativo fue rechazado por casi la totalidad de los Diputados Priístas, con excepción del Dip. FRANCISCO ALEJANDRO MORENO MERINO, quien con su voto, aunado al de los Diputados al servicio del Partido de la Revolución Democrática, sumó los veinte sufragios requeridos para consumar una reforma electoral a modo para el Partido del Gobernador Graco Ramírez.
Todo lo que aquí hemos relatado de manera somera, se encuentra debidamente documentado en diversas notas periodísticas, tanto en medios impresos como en medios electrónicos, y no obstante de tratarse de hechos públicos y notorios, habremos de recabar para que obren como prueba en el proceso de expulsión que seguramente habrá de iniciarse en contra de este personaje al que ya no podemos llamar compañero de Partido; en esas notas ha quedado plasmada la trayectoria abyecta, servil, traidora y carente de ética de Francisco Alejandro Moreno Merino.
Nuestro Partido se encuentra inmerso en una grave crisis de credibilidad y desprestigio social, derivado del actuar de personajes que, como Francisco Moreno Merino, han abusado de la oportunidad de servir a la ciudadanía a través de un puesto de elección popular, traicionando los principios que enarbola nuestro Instituto Político.
Nuestro Código de Ética Partidaria, nos obliga como militantes a “…asumir cabalmente las normas de la más acendrada moralidad pública, y darle sentido irrenunciable de una cuestión de honor. Trabajando siempre a favor de todos los mexicanos y no solo por nuestros compañeros de Partido…debiéndose conducir en todo tiempo con legalidad, dignidad, honestidad, probidad, veracidad y transparencia en los términos que imponen la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los Documentos Básicos del Partido y, en su caso, la Plataforma Electoral que diera origen a su cargo, y en general las disposiciones jurídicas que rijan en el ejercicio de su encomienda…” por lo que “…los dirigentes y servidores públicos de origen priísta tendrán la obligación en todo momento de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos, favoreciendo a las personas su protección más amplia. El Partido prevendrá cualquier violación a los derechos humanos protegidos en nuestra Constitución y en los tratados internacionales en la materia…”
Bajo su dirigencia, el PRI ha reconocido los yerros de sus cuadros y ha sido el primero en exigir que se aplique la Ley ante los escandalosos actos de corrupción de los servidores públicos desleales a nuestros principios y a nuestro Código de Ética, a pesar del desgaste político que ello ha significado.
Apoyamos incondicionalmente su actuar en contra de la corrupción que pone en riesgo nuestras instituciones y la fortaleza del Estado mexicano.
Por razón de congruencia, no podemos permitir que los principios que regulan nuestra actuar como priístas, contenidos en el Código de Ética, sean impunemente pisoteados, tal como lo ha hecho reiteradamente Francisco Alejandro Moreno Merino.
Su actuar constituye una causal de expulsión, al actualizarse las hipótesis previstas en las I, III, VI y X del artículo 227 de nuestros Estatutos, al atentar de manera grave contra la unidad ideológica del PRI; realizar acciones políticas contrarias a nuestro Código de Ética; solidarizarse con la acción política de partidos políticos antagónicos al Partido y cometer faltas de probidad en el ejercicio de las funciones públicas que se tengan encomendadas.
En razón de lo anterior, acudimos a Usted, por nuestro propio derecho pero estamos ciertos que a nombre de miles de priistas morelenses que se sienten agraviados con el actuar de Francisco Moreno Merino, con el objeto de solicitarle formalmente, se inicie ante la Comisión Nacional de Justicia Partidaria, por ser de su competencia, el proceso de expulsión de este mal militante que ha deshonrado a nuestro Partido.
Con la certeza que nuestra solicitud será favorablemente admitida, nos ponemos a su disposición para aportar los elementos probatorios que acreditan el actuar degradante de este personaje, con el objeto de que, en lo inmediato, sea suspendido de sus derechos partidistas y deje de generar daño y desprestigio social al PRI en Morelos.
A T E N T A M E N T E
