por:Gustavo Hernández Ruiz
Antes de la Campaña:
En todos los países del mundo civilizado e inserto en el régimen de la democracia, las dirigencias de las organizaciones políticas, trabajan en la búsqueda, formación y desarrollo de personajes con perfiles que respondan a La figura o personalidad que la sociedad espera de un candidato.
En los últimos 40 años, gracias a los estudios demoscópicos los partidos políticos evalúan las preferencias de la sociedad objetivo, evalúan también que tipo de comida, pasta de dientes o de ropa que prefieren, dichas herramientas a pesar de contar con elementos y modelos matemáticos avanzados, perfilan las preferencias del esperado “mesías” o líder político a elegir. Los tecnócratas le denominan el producto.
Por ello no es de extrañar que los precandidatos lleguen a extremos como bajar de peso, pintarse el cabello, modernizar su vestimenta, bailar, cantar o hacer hasta eventos épicos de su trayectoria personal en la sociedad. Todos sin excepción son destacados al inicio de las precampañas, los sondeos de opinión y encuestas ofrecen resultados muy distantes de las realidades y capacidades del capital humano tanto de los partidos como de los personajes de la sociedad civil. Es decir, la realidad no se equivoca, es muy difícil encontrar el perfil deseado por las mayorías.
Resultado de lo anterior, los técnicos de la mercadotecnia política construyen el perfil del candidato y lo mandan a hacer declaraciones a tomarse fotografías con viejitos o niños para mostrar el lado humano del personaje, lo llevan a opinar sobre temas que desconoce y mucho menos dominan. Los llevan a ofrecer lo impensable, terminar con la violencia, ofrecer empleo, mejorar la educación, etcétera; etcétera.
Durante la campaña:
Una vez favorecidos por su partido, él elegido cambia hasta su manera de caminar y de opinar para lograr acercarse a los potenciales votantes, desde la década de los 80 a la fecha a falta de contenidos en la oferta política y la desaparición de las fronteras ideológicas, se ha desarrollado como herramienta de campaña la denostación en todas sus modalidades a fin de diferenciarse con la competencia.
Los malos no son ellos, los corruptos son aquellos, y en la medida en que logran ALGO a partir de las mediciones o herramientas de su equipo de asesores, en lo que vulgarmente le llaman el cuarto de guerra, suben el tono hasta límites insospechados que como resultado solo logran encono y división entre la sociedad desinformada.
Esas actividades se conocen como campañas negras, las que se caracterizan por la denuncia pública, mediante inserciones pagadas en las tres modalidades de los medios de comunicación, la mayoría de las veces carecen de sustento legal o verídico orientadas únicamente a deteriorar la imagen de aquel que esté por encima de las preferencias.
Las redes sociales o internet por su importante crecimiento y penetración a todos los segmentos de la sociedad, (635,353 usuarios en el estado de Morelos) se han convertido en parte de las herramientas políticas a partir del caso de éxito de Barack Obama durante su campaña a presidente de los Estados Unidos y en su desempeño como tal.
Los verdaderos expertos en el activismo virtual, reconocen y difunden que todos los públicos usuarios de la red son muy diferentes según el país y la sociedad en que se utilicen las herramientas virtuales, por consecuencia el primer error cometido en el proceso electoral reciente, el efecto buscado en la atracción de cibernautas votantes resultó negativo contra quienes abusaron de esta herramienta en todas sus modalidades, la más socorrida en la CIBERCULTURA (Cultura basada en las ventajas y desventajas de la libertad absoluta, el anonimato, y ciberciudadanos con derechos y obligaciones) fue la de los famosos memes con expresiones grotescas que llevaron a la aversión de los emisores y no de los agredidos.
El resultado de la contienda electoral se podrá resumir en: No votaron los que nunca votan, votaron únicamente las mismas estructuras de siempre, un abstencionismo superior al 50% deslegitima a todos, gobierno en sus tres niveles, 11 partidos que solamente se repartieron la estructura mas no las preferencias, y con los candidatos ganadores que se lleguen a determinar para consuelo o desconsuelo de todos nada cambiara.